
Acceso al conocimiento, a la educación y a la formación
Las desigualdades de género en la educación crean desequilibrios en el acceso, en la permanencia, en los resultados y en la distribución por áreas de conocimiento, y barreras en la proyección académica. Las alumnas y los alumnos se distribuyen de manera desigual según el área de conocimiento o la familia profesional. Este fenómeno se denomina segregación horizontal y está íntimamente relacionado con el proceso de socialización diferencial de niñas y niños que condiciona la toma de decisiones académicas. Además las desigualdades también son relevantes cuando ponemos el foco en el techo de cristal, fenómeno que impide que las mujeres asuman cargos elevados en la academia –a pesar de ser la mayoría en las aulas universitarias– o en la comunidad educativa.
Por otro lado, las desigualdades de género no se reproducen únicamente en el sistema educativo. En el ámbito de la educación no reglada, las desigualdades se pueden reproducir tanto en el acceso como en la participación. Además consideramos de interés evaluar en qué medida se tiene en cuenta la igualdad de género como un contenido a trabajar en este terreno.
En la actualidad no contamos con información relacionada con las desigualdades de género en la educación secundaria, en el bachillerato, en la formación profesional y en la educación no reglada. Mostramos a continuación datos cuantitativos referidos a la educación universitaria, en su mayoría, y una propuesta de indicadores y premisas para guiar futuros estudios que visibilicen y analicen las desigualdades existentes en la ciudad, extraídas del estudio cualitativo realizado.
Alumnado
Fuente de datos: IGE, 2012.
Las desigualdades más notables se concentran tanto en la etapa de «programas de cualificación profesional (PCPI)» (en la actualidad denominada «formación profesional básica» [FPB]), como en la de «ciclos formativos de grado medio y superior». En los tres casos el porcentaje de alumnas es considerablemente inferior al de alumnos. Por otro lado, es destacable que tanto en el caso de la categoría de «bachillerato», como en el de «bachillerato adultos/as», las mujeres representan poco más de la mitad del alumnado.
Fuente de datos: Oficina de Igualdade USC, 2015.
Se observa como en las aulas de la USC más de la mitad del alumnado son mujeres.
Fuente de datos: USC en cifras, 2014.
Se observa que en todos los casos son más numerosas las alumnas que logran una titulación que los alumnos. El porcentaje de mujeres universitarias es considerablemente superior en todos los casos, excepto en el número de tesis leídas.
De este modo, se afirma tanto que los resultados académicos femeninos son superiores a los masculinos, como que existe un techo de cristal en la carrera universitaria.
Segregación horizontal
Hasta el momento solo contamos con información sobre el ámbito universitario. En el estudio cualitativo se posiciona el análisis de los desequilibrios entre sexos del alumnado y el profesorado por rama de conocimiento en la enseñanza secundaria, en el bachillerato y en la formación profesional.
Fuente de datos: Oficina de Igualdade USC, 2015.
La segregación horizontal universitaria se reproduce del mismo modo que en el mercado laboral. Las titulaciones que se encuadran en las ciencias de la salud, jurídicas y sociales y en las artes y humanidades son aquellas en las que las alumnas son mayoría en las aulas.
Fuente de datos: Oficina de Igualdade USC, 2015.
Más de la mitad de las titulaciones de la USC están feminizadas, esto es, cuentan con una proporción de alumnas igual o superior al 70 %.
La mayoría de estas titulaciones pertenecen a las ramas de conocimiento de Ciencias Sociales, Ciencias de la Salud y Humanidades.
Por el contrario, únicamente tres de las titulaciones están masculinizadas. Todas ellas pertenecen a la rama de conocimiento de las Ciencias Tecnológicas.
En el estudio cualitativo se apunta a la gran influencia de los estereotipos y roles de género a la hora de tomar decisiones académicas. Se identifica la excesiva segregación que existe en la actualidad, no solamente en la universidad, sino también en la formación profesional, en las enseñanzas especiales y en las ramas de conocimiento del bachillerato. En este aspecto, se reflexiona en torno al papel fundamental jugado por las personas profesionales de la orientación académica y profesional, y la importancia de introducir la perspectiva de género desde la educación infantil hasta los niveles de educación superior, así como contar con herramientas didácticas que fomenten la visibilización del papel de la mujer en el ámbito científico.
Fuente de datos: Oficina de Igualdade USC, 2015.
La segregación horizontal se refleja del mismo modo en el caso del alumnado como del personal docente e investigador. Las titulaciones que se encuadran en las Ciencias Técnicas son en las que las mujeres son la minoría (24,07 %). En el caso de las Ciencias de la Salud, Jurídicas y Sociales y en las Artes y Humanidades, las mujeres representan menos de la mitad del personal docente e investigador, a pesar de que en estas ramas de conocimiento las alumnas son mayoría en las aulas.
Segregación vertical
Hasta el momento solo contamos con información sobre el ámbito universitario. En el estudio cualitativo se posiciona el estudio de los desequilibrios entre sexos en los equipos directivos de centros educativos de régimen general y en las escuelas infantiles municipales.
Fuente de datos: Oficina de Igualdade USC, 2015.
Con los datos presentados se evidencia la existencia de segregación vertical en el caso del personal docente e investigador de la USC. A pesar de ser una universidad con aulas considerablemente feminizadas, las barreras y los obstáculos en la carrera académica de las alumnas siguen teniendo una presencia significativa.
Fuente de datos: Oficina de Igualdade USC, 2015.
En cuanto a la presencia femenina en los espacios de poder en la academia, se evidencia la existencia de barreras y obstáculos que se les presentan a las mujeres a la hora de ocupar puestos de mando.
Fuente de datos: Oficina de Igualdade USC, 2015.
Respecto al techo de cristal en el ámbito universitario, en el estudio cualitativo se hace referencia a las desigualdades en los usos del tiempo y a la influencia de los roles y estereotipos de género en los ámbitos de poder. Estos dos factores influyen para que este tipo de cargos no estén ocupados por mujeres.
Presencia femenina en los espacios de poder de la comunidad educativa
En el estudio cualitativo se apunta la necesidad de indagar la distribución de las personas por sexo en las ANPAS de consejos escolares de la ciudad. Por otro lado, también se considera de interés medir la presencia de niñas y mujeres en los futuros Consellos Municipais da Infancia e da Convivencia Escolar.
Educación no reglada
En este apartado se apunta el estudio de las desigualdades entre mujeres y hombres en la participación en las actividades (según ámbito de intervención) de los centros sociales, socioculturales y escuelas de tiempo libre de la ciudad. Esta participación atiende tanto a las personas asistentes, como a las profesionales (monitoras y monitores). Por otro lado, se considera de interés indagar en la proporción que representan las acciones centradas en materia de igualdad de género sobre el total de las acciones desarrolladas en este tipo de centros y entidades.